Tomado de: Prensa Latina
La Habana, 15 ene (Prensa Latina) La joven cubana Thalía Quesada, conjuga estudios y sueños en su quehacer como estudiante de quinto año de la carrera de Medicina y a su vez directora ejecutiva de ThaliAfro Cosmética Natural.
Según el Sistema de Naciones Unidas aquí las mujeres representan hoy apenas el 24 por ciento de las socias de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) en Cuba y el 35 por ciento de las personas en trabajo por cuenta propia.
ThaliAfro Cosmética Natural forma parte de ese pequeño ecosistema empresarial cubano integrado y liderado por mujeres, dentro del cual se ubica la comunidad dedicada a la cosmética natural artesanal, de reciente surgimiento en la Isla
Su emprendimiento comenzó en mayo del año 2021, en medio de la pandemia de la Covid-19, bajo la necesidad económica que se vivió en aquel entonces, relata.
“En mi hogar, como en la mayoría de las familias cubanas negras, por cuestión de estereotipos las mujeres se laceaban el cabello”, dice explicando su inspiración y la raíz de ThaliAfro.
Quesada recordó cómo su abuela, nacida antes del triunfo de la Revolución, laceaba el cabello de sus primas desde los ocho años de edad y ella no escapó de ello, al contrario, confiesa les agradece pues fue lo que le permitió darse cuenta de la gran desinformación respecto al cuidado del cabello afro rizado en el país.
“A los 21 años decidí realizar la transición a mi cabello natural -afirma- inspirada en estilistas como Cirle Tatis, a partir de ahí, apoyándome en los estudios y libros de mi madre, que es Enfermera Máster en Medicina Natural y Tradicional empecé a crear y formular mis propias recetas”, relata.
En sus inicios, la creadora de ThaliAfro Cosmética Natural comenzó creando aceites simples con su abuela: de coco, romero, linaza y actualmente la marca comercializa más de 30 productos completamente naturales para el cuidado del cabello y la piel.
Entre sus productos estrellas resalta la crema definidora de rizos denominada Primavera y el gel de linaza.
También cuenta con 20 tipos de jabones para todo tipo de piel y con propiedades medicinales para contrarrestar afecciones dermatológicas como el jabón de azufre, para la escabiosis.
A esto se agregan 17 tipos de aceites a base de plantas, rizomas y flores autóctonas de la flora local y otros productos como mascarillas faciales, serums faciales y capilares, bálsamo labial de maracuyá, cremas y shampoo.
Pero del logro del que más se enorgullece la joven empresaria es que a través de sus productos, más niñas y niños aman su cabello natural.
Entre los principales obstáculos menciona la obtención de la materia prima y su cada vez más alto costo; lo que imposibilita un poco el ajuste de precios respecto al salario y nivel adquisitivo de la población cubana.
“Otro es el tema de los envases: el 95 por ciento de nuestros envases son reciclados y amigables con el medio ambiente. Por otro lado son numerosos los emprendimientos que utilizamos estos frascos (de alimento para bebés, jarabe y otros) se hace muy difícil de encontrarlos.
“No obstante, tratamos de educar a nuestros clientes hacia el reciclaje y cada vez que asistimos a una feria o evento, estimulamos con ofertas, como por ejemplo un producto gratis por cada cinco envases vacíos que entreguen”, puntualiza.
En referencia a la participación masculina en el gremio, Quesada alude a emprendimientos encabezados por hombres como Kito Cosmética y Amelú, este último más joven.
Para muchos, el autocuidado en el hombre se basa solo en el pelado, agua y jabón, añade.
Esto más que un dilema social es un patrón cultural con el cuál no coincide; pues cuenta con muchos clientes hombres que les gusta cuidar de sí mismos con productos de cosmética, destaca.
La mayoría de las artesanas cubanas en cosmetología comenzaron durante el confinamiento de la Covid-19, buscando una forma de sostenibilidad y de autocuidado.
La joven directora de ThaliAfro Cosmética Natural afirma que una mujer empresaria debe de tener bien claro sus ideas y metas; dejar de lado los prejuicios, escapar de la discriminación y el miedo al qué dirán.
“Aprender a emprender es difícil –realza- pero si se es perseverante, decidida, si se tiene autoconfianza, pasión y determinación por lo se hace entonces emprendes con éxito”.
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